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jueves, 21 de abril de 2016

Me has cortado de tajo manos y pies,
cuello y garganta. A cambio me has puesto alas
en los huesos. Me has otorgado una lengua de fuego.
Con ella soy capaz de crear raíces nuevas,
un árbol grande, colmado de frutos.

¿Qué haré con esta soga hoy?
Se me antoja atarla a tus tobillos, a tu mirada.
Para que no pierdas de vista mis pasos.
En ti encuentro paz y sombras,
luz y flores. Todo lo que hace falta para sonreír
bajo la lluvia, entre el fango.
Eres la pieza que completa mi alma de mujer,
alma humana. Pensar en ti me da fortaleza
para agitar las alas y alzar el vuelo.

No hace falta piel de esclava.
Estar en ti es entrar en libertad.
La única palabra que puede detener
el efecto a todas las causas, es la mía.
Tu mayor regalo. La voz que colocaste en mi boca
al crearnos hombre-mujer,
a tu imagen y semejanza.