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domingo, 27 de junio de 2021

No ha sido el hilo colocado en la lengua
ni la sombra detrás de la puerta
es más bien el olor penetrante del colchón
el doloroso ardor en las plantas de los pies
el pequeño diente de león 
huyendo lejos de la ventana
la niña que salta la cuerda y cae de rodillas
escondiendo entre sus manos una piedra
 joya extraída del océano
su mano izquierda buscando entre la espuma
un ojo torcido de vidrio
para ver otra cosa que no sea el cielo nocturno
el monstruo debajo de la sábana
la silueta atrapada en el espejo
el grito ahogado en la almohada
el hueso del hombre sin rostro
hundiéndose en la fragilidad de su carne
la cortina del sueño que se rompe
al despuntar el sol 
mientras el rojo le pinta la piel
las piernas, los labios,
la vida.

martes, 15 de junio de 2021

Una amiga muy querida, me dijo que debo luchar por lograr la libertad del espíritu, haciendo buen uso de los dones que recibí. En mi caso, la escritura, es algo que vive en mí. A veces, las actividades diarias interrumpen esta conexión divina. Otros días, son mis miedos, inseguridades y pretextos, lo que imposibilita el escribir. En el camino, poco a poco he descubierto, que la densidad del mundo que nos rodea se sobrevive mejor cuando creamos días livianitos, días en donde dejamos de robar tiempo a las tareas cotidianas para dedicarnos al cien a ser lo que realmente somos. Y que cuando compartimos lo que somos, lo que la vida nos ha enseñado, tenemos mayor riqueza espiritual.

sábado, 12 de junio de 2021

Una línea, para construir al mundo.

Una palabra, para hacer de la carne poesía.

Un poema,  para decir "ésta soy yo".

viernes, 11 de junio de 2021

Una nunca termina de vencer sus miedos. Estos viven acechando constantemente. A veces siento que si me descuido, un tigre me romperá el cuello. Otras veces, soy yo el león enjaulado, esperando la oportunidad de escapar para degollar a la primera presa que se me atraviese. Instintos, diría mi abuelo. Certezas, digo yo.

jueves, 10 de junio de 2021

Intento derramarme en la hoja. El trabajo, la maternidad, las actividades domésticas, el cansancio, el tiempo. Todo me aleja de las letras. Recurro entonces al ingenio. Conjuro las palabras mientras los blanquillos hierven en la estufa y decido qué tipo de pasta irá mejor con el guisado de pollo. Para cuando la ropa se seque, tal vez tendré en la mente una nueva historia o un nuevo poema, el caso es mantener vivo el espíritu, para que el silencio no me reseque los huesos.

miércoles, 9 de junio de 2021

El ojo crece y se agranda, enfoca la vista. Se concentra en el pequeño gusano introduciéndose en la fruta para multiplicar las heridas. Así se construye el poema, con hilos de baba transparente, a raíz de la putrefacción. Tras noches de incubación, las letras se transforman en un cuerpo nítido, insecto con alas. Antiguo misterio, develado a la luz de las palabras.

martes, 8 de junio de 2021

Cuando era niña, me bastaba ver la lluvia para convertirme en pájaro. Me bastaba soñar despierta, para volar sobre las copas de los árboles. Últimamente, es necesario ponerme un arnés en la cintura, zigzaguear la enramada, para prevenir la muerte. He de cantarle a las nubes, emular el sonido de los truenos, no sea que en vez de ave, me convierta en un sapo, de esos que viven bajo la tierra, y en lugar de alas, me nazcan raíces.

lunes, 7 de junio de 2021

Leo. Intento escribir. No logro hacerlo. Estoy exhausta. Y no sé si pesa más el cansancio físico que el emocional. Últimamente, los dos parecen estar en mi contra. Quiero cerrar los ojos y que un viento suave eleve mi cuerpo. Flotar, flotar. Descomponerme en pétalos hasta reducirme a nada, o a un pequeño grano de arena brillando en la oscuridad. Elevarme de nuevo al compás de la música, alto, muy alto. Despertar completa, sin heridas, sin ataduras.

domingo, 6 de junio de 2021

"La ayuda es sólo para los que se desgarran el alma y no saben porqué. Yo sí sé. O cuando menos, tengo algunas respuestas". 
- Nadia Contreras - 

Cuando una no puede pronunciar las palabras que quiere, tiende a fundirse con los objetos: Las letras rasgadas en el papel, la hoja en blanco, la pluma, el fondo de la pantalla. El grito persiste detrás de la garganta. La sombra crece bajo la piel como un monstruo. El silencio nos golpea los tímpanos. Nos hacemos pequeñas, tan pequeñas que cabemos en una mota de polvo, como esas que se esconden debajo de la cama. Están las que no saben de dónde viene este frío que se hunde en los huesos. También estamos nosotras, las que elegimos guardar las respuestas en el fondo más oscuro del cajón, para que las polillas hagan su trabajo con el tiempo, y los malos sueños se vuelvan una fotografía desgastada por el moho que habita en nuestros propios recuerdos.

sábado, 5 de junio de 2021

El acto de huir es un hábito adquirido. Hay sombras detrás de la puerta, pájaros muertos en el borde de la cama. Mi cuerpo ya no me escucha y mis labios se han torcido de ausencia. Tengo ampollas en los dedos de los pies, en el ojo, un desastre saturado, una astilla que me pincha toda toda vez que me busco en el espejo.

viernes, 4 de junio de 2021

Mi hija se asombra de sí misma, le surgen cuestionamientos. No es como dicen que son las niñas. Prefiere traer el cabello suelto que recogido, andar descalza que con zapatos. Le gustan los deportes, los juegos rudos, los carritos. Aunque también disfruta de las flores, los corazones, los unicornios y el color rosa. Yo sólo sé que es maravillosa y se lo digo. Yo tampoco fui una niña modelo y no soy una madre perfecta. Soy histérica, depresiva y regañona. Me encantan la poesía y los libros, las calaveras, las tarántulas y el color negro. Amo a mi hija y ella me ama a mí. Eso vale más que cualquier estereotipo.

jueves, 3 de junio de 2021

Llevo días, semanas, sin poesía. Llevo días, semanas, sintiendo un cansancio infinito. Debo movilizarme so pena de estancarme para siempre. El estrés y la depresión son monstruos que viven en mis venas. Me pongo de pie, camino, bebo un vaso de agua, respiro. Limpio aquí y allá, acomodo ropa, cosas, cocino, vuelvo a limpiar. Hago todo lo que se me ocurre para echar a andar la mente y el cuerpo, sobre todo el cuerpo. La mente no se detiene ni dormida. Conectar ambos, ponerles a trabajar al mismo tiempo, me aleja de las sombras, me revive, me da razones para vivir.