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viernes, 14 de julio de 2017

Nunca he podido escupir sapos

por más que lo intento
no llego a las ranuras de los huesos
la piel es dura y la sangre seca
pastosa, como si el cadáver que es mi cuerpo
hubiera muerto hace siglos
Muchas personas dirían
que encajarse agujas es una necedad
yo solo sé que quizá
la poesía es la única forma de purificar el alma
para que no se pudra sin remedio
y el hedor de los intestinos florezca
hasta que sus pétalos blancos
recubran la carne
que se ha quedado sin piel.