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martes, 21 de marzo de 2023


 

¿Cuántas de ellas se quedaron en el misterio del silencio,
sin poder decir lo que las quemaba?

miércoles, 8 de marzo de 2023



Agradezco públicamente a todas aquellas mujeres que en algún momento de mi vida han derramado sobre mí su luz e incluso su oscuridad. De cada una de ellas, he aprendido algo. Me siento afortunada por cada mujer que se ha cruzado en mi vida: mi madre, mi hija, mis abuelas, mis tías, mis primas, mis sobrinas, mi madre y mi hermana adoptivas, mis amigas, mis compañeras de trabajo, mujeres escritoras, mujeres poetas, mujeres conocidas, mujeres con las que he convivido temporalmente en algún espacio, mujeres que ni siquiera conozco pero de alguna manera forman parte de mi historia. A cada una de ellas, mi sincero agradecimiento. He aquí mi deseo para todas ustedes: que vivan libres y felices. Un abrazo a todas.

viernes, 3 de marzo de 2023


También he tenido días grises. Días en los que el sol, por más que lo llamara, para mí no aparecía. En esos días, en que la noche estaba siempre presente, yo no podía respirar. No quería respirar. Deseé y busqué la muerte en todas sus formas. Creí que no había ninguna luz a mi alcance. Me costó trabajo, pero poco a poco recordé cómo bailar y me puse mis zapatos rojos. La luz no estaba afuera de mí sino en mí misma. Cuando descubrí esto, entendí que todo era posible, aprendí a amar los días oscuros. Dejé de tenerle miedo a mi sombra. Abracé mi sombra. Y desde entonces, no he vuelto a pelear con ella. Ahora entiendo que la vida es una serie de código binario. Y yo soy la luz que crea los colores.

jueves, 2 de marzo de 2023


Escribir absurdos sin sentido, como cabello, plástico o perfume. Destilar sombras, romper trompos, todo lo que se aleje de las calles y los cuerpos. Unificarlo todo: el árbol, el plato, el hueso, el patito de hule en la bañera, los vestidos rotos, las uñas recién pintadas. Barbaridades. Todo lo que queda fuera del poema: vidrios, espuma, soles, codornices, muñecas de trapo y celofán azul, o blanco, o negro, o rojo, o amarillo oro canario cantando bajo la ventana. Así es como me dijeron que hiciera, pero yo no pude. Nunca he seguido muy bien las reglas. Camino más bien de espaldas al espejo, giro las perillas tres veces, cien veces, me caigo, me raspo la rodilla, sangro y vuelvo a cantar, a contemplar la gotita de lluvia que cae en la tierra. Sonrío. Escribo, y al hacerlo, hago que el mundo se estremezca.

miércoles, 1 de marzo de 2023


Mi recuerdo más vívido sobre el chocolate tiene que ver con mi abuela, con el betún con que adornaba los pasteles de vainilla que solía hornear para nosotros cuando éramos niños. También con la nieve que siempre nos servía en una copa de vidrio amarillo, adornada con galletas de nieve. Fueron este tipo de cosas las que prendieron en mí el amor por la cocina. Son este tipo de cosas las que me hacen sentir feliz y en casa.