Páginas

sábado, 30 de noviembre de 2019

Cartas a J. E.

Querida hija

Entiendo que necesitas mi atención y mi cariño, pero sobre todo, mi paciencia. Yo necesito aprender a amarte, para educarte de una mejor manera, para no caer en el error de la barbarie, para no herirte con mis propias violencias.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Thanksgiving

Gracias, Dios, por la vida, por mi familia, por mi esposo, por mis hijos, por mi hija, por las amigas, por los libros, por las letras, por la música, por todo lo bueno que me has dado, y por lo malo también. No soy digna de tantos dones, por eso agradezco más lo que has hecho en mí. Te pido que me fortalezcas, me brindes salud y me cuides, para poder seguir dando frutos, aunque a veces tengan sabor amargo. Con tu ayuda, transformaré en miel todas las heces.

lunes, 11 de noviembre de 2019


Siempre es tarde cuando queremos despedirnos y decir lo que nunca dijimos. No puedo explicar el nudo que se formó en mi garganta cuando mi padre me dio la noticia. Un nudo que sigue aquí adentro y no sé cuando se pueda desatar. Sentí como si mi corazón también se hubiera detenido por un momento. Todavía sigue suspendido en la nada, como si no latiera, como si no estuviera. Los pensamientos, siempre rápidos en mi mente, se mueven ahora con una lentitud dolorosa.

Te quiero tanto abuela, te extraño tanto ya. Y lo peor es que no sé qué más decirte. Hay tanto que quiero hacerte saber pero las palabras están atoradas en mi interior. En cuanto intento sacarlas me cortan por dentro como una navaja.

Estoy tranquila. Agradecida contigo por todo lo que me diste y me enseñaste. Por el amor tan intenso que siempre me tuviste. Agradecida con Dios por habernos permitido pasar tanto tiempo juntas y por los muchos años que te dejó estar entre nosotros. Estoy tranquila, porque sé que ya no te aquejan más dolores ni más angustias, porque finalmente estás descansando y como tu misma dijiste antes de marcharte, reunida ya con mi abuelo y con tu madre.

Pero tu ausencia duele, duele mucho abuela. Duele como mil fuegos ardiendo en mi corazón.
Me despido de ti por ahora, hasta que volvamos a encontrarnos para hornear galletas y pasteles o caminar de nuevo por la orilla de la playa para recoger conchas marinas.

Te Amo, siempre te amaré.