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viernes, 9 de enero de 2015

AB AETERNO

Para mi hijo Jesús Israel

Del mismo modo
en que fabricas castillos de colores
tus manos pequeñas me moldean

De pronto soy como la espuma
me disuelvo con rapidez
en el profundo mar de tu mirada
pupilas juguetonas al viento
labios de flor en primavera

¿Cuánto tiempo rondarás mi huerto?
¿Cuántas horas seguiré perdida en tus vocablos?
¿Cuánto más has de decir mamá
sin que este nudo de fuego me queme la garganta?

Desde que el mundo fue
tú y yo somos
luna y estrella
lluvia de meteoros
vertiéndose desde la boca del firmamento