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viernes, 3 de marzo de 2023


También he tenido días grises. Días en los que el sol, por más que lo llamara, para mí no aparecía. En esos días, en que la noche estaba siempre presente, yo no podía respirar. No quería respirar. Deseé y busqué la muerte en todas sus formas. Creí que no había ninguna luz a mi alcance. Me costó trabajo, pero poco a poco recordé cómo bailar y me puse mis zapatos rojos. La luz no estaba afuera de mí sino en mí misma. Cuando descubrí esto, entendí que todo era posible, aprendí a amar los días oscuros. Dejé de tenerle miedo a mi sombra. Abracé mi sombra. Y desde entonces, no he vuelto a pelear con ella. Ahora entiendo que la vida es una serie de código binario. Y yo soy la luz que crea los colores.

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