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viernes, 22 de enero de 2021

Vida y poesía no pueden separarse.
Ambas me atraviesan como fuego ingobernable,
blanca luz que brilla sobre las tinieblas.
Sí, soy un poco narcisista.
Quién no lo es de vez en cuando.
Quién no sueña con el nacimiento de alas.
Yo sueño con vestirme de vidrio,
llenarme de música garganta y pulmones,
dialogar silencios con Dios,
pájaros azules.

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