Páginas

martes, 4 de agosto de 2020

Capa a capa, voy puliendo los huesos. Me aferro al viento que mece al colibrí, en esperanza iluminada, no de rozar con las yemas de los dedos las nubes, sino de convertirme yo misma en mariposa o un ave azul revoloteando en el infinito. Entre más plumas me nacen, más humana me siento, más mujer me siento, más yo me siento. Una sonrisa eterna en la comisura de los labios. La inmortalidad es humo que desaparece en el profundo océano de la libertad, mi libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario