Páginas

martes, 12 de octubre de 2021

Nunca imaginé que hablaría con los muertos. Poco hablo con los vivos. Mi lengua cercenada obstruye el diálogo fecundo. Es la poesía la que crea el puente, mi conexión entre la realidad y la fantasía. Son las palabras el sacrificio que ofrezco a diario para comulgar con Dios y lograr, aunque sea efímero, el equilibrio perfecto entre cuerpo, mente y espíritu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario