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jueves, 17 de diciembre de 2015

La tierra entera arde. Hay energías extrañas en el viento. ¿Algo parecido a una caricia? Es Dios que se aproxima. Está ya muy cerca de ti, de tu corazón. Solo tienes que escuchar con atención, sentirle adentro. El niño en el pesebre bajo el pino, es una alegoría, un reflejo. El verdadero milagro ocurre en el interior. Cuando el barro se vuelve carne y el odio se transforma en ternura. Abrir los brazos a la vida, sonreír bajo la tormenta, brillar en la oscuridad, tender una mano amistosa a quienes te rodean. Eso es conversión.