Páginas

miércoles, 14 de agosto de 2013

REDENCIÓN

Algún día volveremos a amarnos
cuando mi cuerpo no sea más mi cuerpo
y tu rostro, empapado de oscuridad
recupere los rezos extraviados
en la piel de niña
donde restos de inocencia
deambulan todavía
hambrientos de esperanza.