Un ente extraño llama a la puerta. Ahora se ha formado un pequeño bucle en cada habitación. La casa ya no es un lugar seguro. El cuerpo ya no es un lugar seguro. Los abrazos escasean, la vida peligra. Es hora de cerrar las ventanas. El sol volverá con suerte mañana, para quienes sigan teniendo abiertos los ojos.
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