Ellos bailan, cantan, se agitan. Les vibran los cuernos, la cola les arde. En las pezuñas llevan canastas con cerezos. Se los pasan de boca en boca. Los muerden, los saborean, se los tragan. De nuevo bailan, cantan, se agitan. Se abrazan, se besan. El jardín de los cerezos está de fiesta. Los demonios han salido a parrandear.
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