La muerte tiene muchos nombres.
Ella viene a buscarme como a todos.
Yo alzo los puños. Afilo la punta del lápiz.
No he de caer en este campo de concentración.
Mis huesos vuelan alto, arden.
Cierto, algún día cerraré los ojos.
Pero no aquí, no ahora.
¡Querida amiga! Ni tú ni yo sabemos cuándo.