A veces la poesía fluye como manantial. Otra veces no hay tiempo de otra cosa más que adherirse a lo planeado y sacar adelante los pendientes. Ya habrá un momento para desmembrar el alma. Mientras tanto, me rebelo. Acudo a las letras porque la vida depende de ello. Así que escribo, me extiendo en la hoja. Entro en comunión con la palabra. Soy la palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario