Tengo la mala costumbre de concentrarme en el aquí y en el ahora. El tiempo me juega bromas pesadas. Pocas veces tengo la oportunidad de abrazar el presente. Las palabras y los recuerdos se resbalan como mantequilla. Cuando quiero traerles de vuelta me dan la espalda y se marchan, me sacan la lengua. El sol llega sin que pueda alcanzar siquiera su sombra.
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