Me cuesta iniciar con el pie derecho. He tenido muchos reveses. Incluso cuando intento ser mejor. Es difícil sonreír cuando hay tan poca motivación para hacerlo. Entonces me aferro a lo único real que tengo. El amor de mis hijos y mi amor por ellos. Pese al oscuro panorama, mi corazón desea seguir creyendo y no perder la esperanza.
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