viernes, 12 de julio de 2019
Veo a otras mujeres y me encuentro en todas ellas. La muerte nos persigue a todas. Desde la jaula percibimos el calor de la luz. No nos atrevemos a tocarla. La carne ha estado expuesta sobre el fuego demasiado tiempo. Fuimos dibujadas desde el principio como estatuas. Nuestro cuerpo de sal agoniza. Alfileres nos pinchan la lengua. Quisieron retratarnos desnudas pero no eramos reales. Buscamos ahora la verdad en el espejo, en la música que suena del otro lado del túnel. Una lluvia de estrellas nos aguarda lejos del silencio. Y pájaros, pájaros que vuelan libres y seguros, como algún día lo haremos nosotras.
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