Me busco en las letras, en otra parte.
Como si el estar aquí no fuese suficiente.
Como si tuviera que encontrarme en un verbo activo
y conjugado perfectamente.
A veces encuentro pistas, pequeñas huellas,
donde otras mujeres dejaron su sangre,
sus anhelos, sus deseos cumplidos.
A veces esta sombra salta de mi cuerpo
y se extiende hasta las murallas del silencio
donde el oráculo del sol y de la noche
desdibujan mis pasos y pesquisas.
A veces me vuelvo la palabra
sin etiquetas de adjetivos
me brota el esplendor de ser ave libre
sedienta de luz y de grafito.