Para mi hijo José Antonio
Mi hijo duerme en un tazón de espuma blanca.
Sus labios buscan leche sin cesar.
Como un pez en busca de aguas más dulces.
El terror me invade cada vez que sonríe.
No siempre estaré a su lado.
Sólo Dios sabe de qué color serán sus sueños
cuando se ponga el Sol.