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viernes, 20 de septiembre de 2024





"¿Eres muda?", me preguntó una vez. Me sentí confundida. "​N​o, no lo soy", respondí. "​Sí hablas. Es la primera vez que te escucho hablar", insistió​ sorprendida. Y es que por ese entonces, yo difícilmente cruzaba más de dos palabras con nadie. Saludaba con una sonrisa y respondía a monosílabos cuando me preguntaban algo​, pero era todo. Esa fue la primera interacción que tuve con ella. ​Y desde ese momento me dio la impresión de ser una mujer muy fuerte. No​s cruzamos ​n​uevamente años después, cuando su cáncer estaba ya más avanzado​, su cuerpo más deteriorado, pero no su semblante ni su sonrisa. ​A través de una breve entrevista, nos compartió sus años de lucha y sus consejos preventivos. Supe entonces que no me había equivocado sobre ella. En verdad era una mujer fuerte y valiente. Amante de la vida. La vi de vez en cuando en uno que otro evento, siempre luminosa y radiante. Así la conocí y así la recuerdo. Hoy me enteré que finalmente terminó su batalla, pero no la perdió nunca. Porque hasta el último momento brilló intensamente. Vaya hasta el cielo un abrazo para Gioconda. Y gracias, por ayudarme a alzar la voz.


Q.E.P.D




jueves, 5 de septiembre de 2024

Me gusta dialogar con los poemas

cortar retazos aquí y allá
coserlos minuciosamente
a los pliegues de mi cuerpo,
porque ¿qué son las palabras
sino aullidos en un espejo?
Erigir mundos no es sencillo,
hay qué rasparse las rodillas,
tomar harto aire
antes de entrar al acto creativo.
Esto es lo que hago en la poesía,
convertirme en pájaro que vuela,
practicar la regurgitación.
Escribir es para mí
el único método seguro
de cortar las venas de tajo
sin que la sangre se derrame
sin sentido.